Walkscapes-Antiwalk (Careri)

Hablando por lo que conocemos, lo que sabemos, y lo que estamos viviendo somos conscientes de que la sociedad en la que nos movemos se ha ligado a un tipo de rutina en donde salen de la casa al trabajo o al estudio y regresan, nunca dejando el camino habitual. Y si lo hacen, siempre recurren a los mismos lugares. Somos parte de una rutina cuadriculada, y aunque la espontaneidad es totalmente válida, todos vivimos con un miedo de abandonar lo convencional y explorar aquello que sabemos que existe pero no nos atrevemos a tocarlo. ¿Por qué a la sociedad le gusta limitarse a lo que conocen y no quieren explorar el inconsciente? ¿O será que somos más bien pocos los que queremos saber qué hay más allá?

Para poder salirnos de aquel convencionalismo, entendimos a través del texto que una manera para abandonar la rutina es intentar no tener un rumbo o un destino final. Queremos unirnos al Dadaísmo y libremente explorar ese inconsciente que se logra cuando uno comienza a deambular. “La deambulación –palabra que contiene la esencia misma de la desorientación y del abandono al inconsciente–” (82) El termino derive, es conocido inicialmente como deambular y empieza a surgir a partir de las primeras incursiones urbanas que realizan los dadaístas, a principios del siglo XX. Estas incursiones, llevadas a cabo en caminatas y ‘exploraciones’ “de aquellos lugares inéditos y de aquellos retazos de vida que se desarrollan más allá de los itinerarios turísticos, en una especie de universo sumergido e indescifrable.” (84) Surgió entonces, una necesidad de rescatar el espacio urbano olvidado, o tal vez, es mejor decir ignorado. El resultado que estos andares arrojaron, posteriormente, fue la unión entre lo ‘sublime y lo cotidiano’. En este punto el deambular se definió como un “estado de hipnosis” el cual permitía contactar el inconsciente de la ciudad y que ahora el grupo Dada se había dedicado a rescatar.

La deriva, o dérive como lo conoce el grupo Dada, busca definir las zonas inconscientes de una ciudad o lugar, también investiga a través del concepto de ‘psicogeografía’. “Psicogeografía Estudio de los efectos precisos del medio geográfico, acondicionado no conscientemente, sobre el comportamiento afectivo de los individuos.” (97) Es claro que un espacio urbano no solo se define por sus características arquitectónicas, sino también busca identificar este lugar con aquellos individuos que también hacen parte de él. Creemos que un espacio se puede denominar como espacio sí y solo sí se es habitado y genera vínculos con la sociedad, sino sería tan solo un lugar ordinario. Es cuando el lugar y la sociedad conversan y se vinculan cuando se puede llamar a estas obras arquitectónicas un espacio. Por eso es muy importante que la sociedad urbana se relacione con su ciudad.

Este texto nos ha inspirado la preocupación de querer encontrar “lo maravilloso cotidiano” (84) de Bogotá. Pues sabemos que existe una ciudad más allá de la que solemos habitar. Una ciudad que hemos ignorado porque vivimos inconscientemente una rutina que nos ha consumido a lograr lo mínimo. Queremos comenzar nuestra deriva investigando lugares. Encontrando esos lugares con los que no hemos podido crear un vínculo, pero que nos interesa profundamente saber qué es lo que nos estamos perdiendo. Consigo vendrá un grupo de individuos que ya sabrán como conversar con el lugar, por ende dándonos la oportunidad de encontrar un espacio. La verdad es que estamos parcialmente en desacuerdo de que existe una ‘ciudad inconsciente’. Pero si creemos que existe una ‘ciudad ignorada’ y que los únicos inconscientes acá es la sociedad. Esta ‘ciudad ignorada’ varía según la persona y el tiempo en el que se mueve. Por ende queremos comenzar pocos buscando todo lo que hemos ignorado para después compartir estos espacios que están buscando más personas con quien vincularse.